Dejar de fumar trae múltiples beneficios que se reflejarán en la salud de la persona y en su vida diaria. Actualmente, existen tratamientos antitabáquicos que ayudan a controlar la dependencia a la nicotina del tabaco y ayudan a que persona fumadora dejar de fumar; también hay terapias psicológicas y grupos de apoyo con el mismo fin.
Por Dirección de Comunicación. 31 mayo, 2021. Publicado en El Tiempo(Artículo escrito por el profesor Mario Paredes Villafana. Facultad de Medicina Humana).
El Día Mundial Sin Tabaco se conmemora en todo el mundo el 31 de mayo, desde 1987, con el objetivo de alertar a la población sobre los efectos letales del tabaco, los cuales generan más de ocho millones de muertes cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, vale precisar que aproximadamente 1,2 millones de esas muertes se debe al humo ajeno al que están expuestos los no fumadores.
Además de causar infecciones respiratorias como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), fumar tabaco es un factor de riesgo importante de enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares y el cáncer. Además, se conoce que los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar síntomas graves y el tabaquismo también aumenta las probabilidades de fallecimiento, en caso de padecer COVID-19, en comparación con los no fumadores.
El tabaco implica, adicionalmente, efectos negativos sobre el aparato cardiovascular. Cada año, 1,9 millones de personas fallecen como consecuencia de cardiopatías inducidas por el tabaco, según indica un estudio reseñado por la OMS. Según la Federación Mundial del Corazón y la Universidad de Newcastle (Australia), esta cifra equivale al 20% de defunciones por enfermedades cardíacas. Sin embargo, es importante resaltar que dejar de fumar por completo reduce, en promedio, un 50% este riesgo, al cabo de un año.
Por otro lado, un excelente incentivo para dejar de fumar es considerar que los beneficios son prácticamente inmediatos: solo 20 minutos después de dejar de fumar disminuye la frecuencia cardiaca. A las 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye a niveles normales. Al cabo de 12 semanas, mejora la circulación y aumenta la función pulmonar. De 1 a 9 meses, disminuyen la tos y la dificultad para respirar. Entre 5 a 15 años, el riesgo de sufrir un accidente cerebro vascular es el mismo que una persona no fumadora. En 10 años, el riesgo de padecer cáncer pulmonar de un fumador disminuye al 50%; y en 15 años, el riesgo de que padezca una enfermedad coronaria es el mismo de un no fumador.
Dejar de fumar trae múltiples beneficios que se reflejarán en la salud de la persona y en su vida diaria. Actualmente, existen tratamientos antitabáquicos que ayudan a controlar la dependencia a la nicotina del tabaco y ayudan a que persona fumadora dejar de fumar; también hay terapias psicológicas y grupos de apoyo con el mismo fin.
Ayudemos a promover, este 31 de mayo, más acciones que nos conduzcan a un mundo sin tabaco.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.